Después
de varios años sin poder pisar estas hermosas tierras, he podido disfrutar de la belleza del
entorno, de unos paisajes de ensueño, de una naturaleza viva y de una
extraordinaria compañía.
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Trevelez, vista de los picachos |
Como
cada vez que voy a la Alpujarra granadina, los nervios por la incertidumbre de
lo que puedo encontrarme en el rio, son muchos. Y no por si hay o no truchas,
o si picaran o no. Estos nervios vienen
causados por si me encontrare el rio en las mismas condiciones pureza, y con el
agua suficiente para poder disfrutar como las anteriores veces.
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Una de las tablas del río trevelez |
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Una de las partes del río mas deterioradas, aparte de las zonas secas, es por debajo de la depuradora, donde apreciar el olor y el color de las aguas, deja muy mala imagen para el recuerdo. Me cuesta creer que un pueblo tan hermoso como Trevélez, deje que se maltrate de esta manera su río, su fuente de vida. |
Por
desgracia, o por suerte, ya que la naturaleza en muchos casos es sabia, estos
dos años anteriores unas fuertes riadas,
que según los lugareños muy pocas o ninguna vez habían visto con esa fuerza,
hizo que el rio cambiara en muchos de sus puntos, donde antes había una poza
ahora es una tabla y al contrario. Para colmo de males, este año no ha sido muy
pluvioso, por lo que el rio llevaba poco caudal, llevando en ocasiones mas agua
las acequias que el propio rio, cosa “normal” en este cauce.
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Paco en acción de pesca |
Es
increíble, pese a los destrozos de la riada, la recuperación que este rio
tiene, que de no tener la mano del hombre siempre tratando de matarlo, seria el
rio con el que todos los pescadores soñamos. Dicha recuperación se muestra
palpable en la cantidad de insectos acuáticos que sobrevuelan las aguas, tanto
tricópteros, plecópteros, efémeras, etc., así como otros tipos de insectos, no
acuáticos, pero si muy vinculados al bosque de
ribera.
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Efémera de gran tamaño |
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Otra efémera. |
En
cuanto a los peces, que decir, un río maravilloso, con una fauna insectívora de
gran variedad, y por desgracia, con muy
pocos peces de buena calidad. Seguramente
debido al maltrato que se le hace al río desde décadas, ya que en
ocasiones si se veían truchas de buen porte, pero no en la cantidad que debería
por el sitio.
Pese a
todo, y con mas corazón que cabeza, pude disfrutar del río en todo su esplendor,
y sacar unas cuantas truchas con una gran
belleza cromática. Como en todas las ocasiones que uno puede pescar en
ríos de este porte (que son pocas), cada lance se hace un hueco en la memoria,
que ayudado de una buena foto, lo hace inolvidable.
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Primera trucha del día, cerca del puente |
En este
caso seguro no olvidare varios lances,
que, no por la calidad de la trucha que
una de ellas era de muy buen porte para como estaba el río, sino por la acción
de pesca en si, y todo lo que la rodea.
Empezamos
el primer día justo en el puente del
barrio bajo, para terminar río arriba, con la intención de terminar en el
puente de los tubos.
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Hermosa librea de esta trucha. |
La flotabilidad de esta seca se tiene garantizada tanto en rápidos
como en remansos, no obstante y después de varias mojadas, no esta de mas el
uso de un poco de flotabilizador, garantizándonos por completo su permanencia en los puntos carenciales de las posibles engañadas.
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Tamaño pequeño pero con una fuerza y rapidez en la picada extraordinaria. |
La jornada estuvo salpicada de buenos lances y de mejores
picadas. Como siempre estas truchas son rapidísimas a la hora de comer, cosa
que dificulta muchísimo a los que ya
tenemos un poco abandonada la pesca y tenemos una ostensible pérdida de reflejos.
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La belleza cromática de estas truchas. |
La trucha del día, y seguramente del año, es una hermosa
trucha que salió prácticamente a última hora. Había cambiado de mosca por una
atractora, que bien pude ser un tricóptero, como una “pava” o plecóptero
adulto o un saltamontes, lo cierto es que las truchas se la bebían, pese a su
tamaño y no tardaban mucho en comerse la mosca nada mas caer en el agua, con
saltos en ocasiones fuera del agua.
En una poza, coronada con un árbol caído, vimos como una
trucha se cebaba en varias ocasiones, por lo que decidí probar dicha mosca y
tras hacer un tiro de ballesta, que era la única posibilidad con garantías de
meterla dentro de la zona de acción, una trucha al parecer de buen tamaño se la
traga nada mas tocar el agua, por la dificultad de la recogida, y la falta de
experiencia a la hora de sacar truchas grandes desde debajo de los arboles,
esta se suelta, quedándome una sensación entre frustración y satisfacción a la
vez, que son difíciles de explicar.
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La mejor trucha de la jornada. |
No con mucha fe y después de desanzuelarse la trucha sin
dejarse ver, como a dos cuartas por encima del lance anterior, la mosca volvió
a caer en la zona de querencia, momento en la que otra trucha de menor tamaño
que la anterior, por lo que tiraba, se come la mosca, no teniendo que soltarla,
ya que ella misma en una de sus cabriolas se suelta. En el momento que
intentaba sacar la trucha, otra se ceba
en el mismo lugar, por lo que me apresuro a poner la mosca en su sitio,
comiéndosela automáticamente la mejor trucha de la jornada y seguramente de
toda la temporada. Con una fuerza descomunal, esta no se dejaba separar del
fondo, y después de un tira y afloja, en la que ninguno de los dos nos dábamos
por vencidos, ésta, viendo que sus fuerzas flaqueaban, se deja caer corriente
abajo, aumentando mucho mas la presión.
Tratando de liberarse en su descenso, se mete por debajo de otra rama caída,
por lo que sin la inestimable ayuda de
Paco Carmona, me hubiese sido imposible poder sacarla.
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Gran boca que se trago la mosca sin ningún problema. |
Después de esta yo me
di por satisfecho, y prácticamente fue el ultimo lance que realicé este día.
La mosca en cuestión pronto la pondré en los montajes paso a
paso, bonita no se si será, pero efectiva si que se mostró en ese momento puntual.
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La trucha perfecta, el pescador no tanto. |
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Mosca a la que con tantas ganas se cebaban |
Que no se me pase darle
las gracias a Maxi y Gwen por acogernos en su morada donde, después de una
extraordinaria cena en la terraza de su casa, con una montaña de 1300 metros protegiéndonos
de los rayos de la luna llena, me quede dormido repasando cada momento del día,
y cada trucha sacada, sin poder quitarme de la cabeza la cara de tonto que
tenia en las fotos con la trucha grande,jajajaja.
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