jueves, 21 de junio de 2012

Una buena y entretenida tarde

Panorámica de la presa del Embalse del río Barbate

Después de unas semanas sin poder ir a pesar, aprovechando que la mujer no trabajaba, así que no tendría que hacerme cargo de los niños, me fui al embalse de rio Barbate, no por la calidad de pesca que tiene, si no por la proximidad a mi domicilio. Es uno de los embalses mas cambiantes de los que  he podido pescar. No hay dos días de pesca iguales , pero en este embalse, menos. Me fui a pescar con la convicción de que seguramente haría mucho aire, ya que en Chiclana corría un ligero y fresco viento de levante, y aunque molesto, si uno deja de pescar en Cádiz los días de aire esperando a un día sereno, pueden pasar meses y meses, así que, pese al cabreo que siempre pillo al llegar y ver el aire soplar, me fuí a pasar un rato de pesca.
Me sorprendió cuando llegué por que, aunque corría una ligera brisa para lo normal en este sitio,no era lo suficientemente molesta como para mover el agua y no poder ver bien las orillas, ni los peces que nadan cerca de ellas. Viendo esto pensé en que hoy seria un gran día.
Como siempre, me gusta pescar las rocas de la presa, siempre hay muy buenos barbos y carpas, aunque en esta ocasión no estaban muy por la labor de dejarse ver.
Los Primero en aparecer fueron los Black bass, había cardúmenes de black bass por todos los sitios, y los de mayor tamaño de unos 18 a 25 cm, estaban muy rabiosos, abalanzandose sobre la mosca nada mas caer al agua. Esto me suponía un gran problema, ya que no dejaban comer a los barbos ,y  para los pocos barbos y carpas que se podían ver con claridad, me hacían fallar muchos lances.  

Black Bass de pequeño tamaño pescado con una tricóptero de ciervo y foam
Entre tanta voracidad de blasses, pude observar, como he dicho anteriormente la cantidad de cardúmenes que había, pese a que el embalse ha bajado desde la ultima vez que vine en el mes abril, este año ha sido bueno para la cría y esta especie alóctona.
 Black-Bass, poco menos de este tamaño era la media de todos los que se pescaban
Después de perder, por rechazos o por culpa de la voracidad de los black bass, unos cuantos barbos y carpas y alguno de muy buen tamaño,y  que ya llevaba un buen rato andando por las piedras sin tener la suerte de clavar ningún buen pez, de repente  uno que se estaba dedicando a perseguir los pequeños peces que pasaban entre las rocas, fue esta vez mas rápido, consiguiendo tragarse la mosca a gran velocidad. Era de buen tamaño, quizás demasiado para la caña que llevaba, que aunque sea de linea 5-6,es mucho mas blanda de lo que realmente dice,y  mucho mas cercana a una linea 4.
Tenía mucha fuerza, y todo su afán era rozarse contra las rocas de la presa, lo que yo intentaba evitar levantando los brazos lo mas alto posible. Por suerte para mi, esta vez el hilo aguanto los arañazos de las rocas, y después de unos "tiras y aflojas", conseguí acercarlo a mi mano.  
Primer barbo de la tarde.
Claramente se veía que estaba muy en forma este barbo, ya que el peso que daba al cogerlo, parecía no corresponder al tamaño del mismo, seguramente debido a la gran ingesta de alevines que se estaba dando entre las rocas.
Mirar  lo abultado de la barriga de este barbo, seguramente repleto de alevines. 
 Este se estaba dedicando a perseguir a los alevines entre las rocas y se le podía ver como de vez en cuando arremetía contra los cardúmenes como un gran depredador.

Buen tamaño y un colorido precioso y brillante,  el barbo chocolate/vainilla
Después de las fotos de rigor, y con la moral alta, después de sacar este barbo de entre las rocas mas afiladas, fue devuelto al mismo sitio donde se encontraba, no sin antes hacerle una foto sumergido en su medio natural.
Que hermoso es tener una especie totalmente autóctona y andaluza y que poco
la cuidamos, BARBO GITANO

Después de soltar a ese precioso barbo, continué andando por las piedras de la presa, mientras los basses no dejaban de saltar fuera del agua, siendo perseguidos por ejemplares de mayor tamaño, la verdad que era un espectáculo observarlos. Seguían también picando a las moscas,y  aunque no tenían un gran tamaño, si eran lo suficientemente grandes como para entretenerme a la hora de sacarlos y no sin la dificultad de las rocas.

Este también tiene la barriga llena de alevines de su propia especie.

 Después de otros tantos lances, casi todos abortados por la velocidad de los blasses a la hora de atacar a las moscas, pude  clavar otro hermoso Barbo gitano, este algo mas pequeño, pero igual de peleón, y con la lección bien aprendida de rozarse con las piedras para quitarse la mosca de la boca.

Este barbo gitano, tenía la coloración mas clara en el vientre, casi llegando al blanco puro.
 Viendo que había otro barbo rondando las piedras cercanas al sitio donde estaba peleando con este,y de mejor tamaño, lo que  mas rápidamente posible me permitía la fuerza del barbo lo traje a mi mano, le quite el anzuelo y después de una foto subacuatica, lo solté con la esperanza de poder pescar al otro que nadaba entre las rocas.

Que bueno esto de tener una cámara acuática, ahorra disgustos y
salen unas fotos subacuáticas preciosas.
 Mire antes de lanzarle la mosca el hilo, ya que este ultimo me lo había rozado mucho, y pude observar que este no aguantaría otra pelea, por lo que me puse a cambiar el terminal. Con los nervios de quererlo hacer lo mas rápido posible y sin quitarle ojo al otro barbo, se me escurrió de las manos la bobina del fluorcarbono, perdiéndose entre los huecos de las rocas, por suerte tenia el hilo entre las manos y pude recuperar algo. 
El otro Barbo gitano que nadaba entre las rocas.
 Cuando ya pude cambiar el terminal, el barbo ya había desaparecido de la zona, por lo que me recorrió por el cuerpo un cabreo interno y una sensación de tener ganas de tortearme la cara a mi mismo, pero......¿quien no se pone nervioso ante la presencia de un pez susceptible de picar nuestra imitación?.
  
Como el primer Barbo, una preciosidad de colores, es todo
una barra de helado de chocolate y vainilla.
 Como no conseguía verlo, y una vez atado la mosca al terminal, hice un lanzamiento al agua, y para mi sorpresa, el barbo emergió de las profundidades rápidamente dirigiéndose hacia la mosca, para, una vez cerca de ella, frenar bruscamente y quedarse mirándolo sin saber si comérselo o no. Deje quita la mosca esas décimas de segundo, que parecen minutos, y este muy muy pausado abrió la boca y se la trago. Fue para mi el lance mas emocionante que he tenido en mucho tiempo, por lo lento de la situación, y por la explosión de fuerza del pez, al notarse clavado. Como todos, se dirigió hacia las rocas de forma brutal, teniendo que levantar los brazos y, sabiendo que la linea era recién puesta, trate de forzar al máximo su capacidad de estiramiento. Por suerte, conseguí sacarlo y fotografiarlo para tenerlo en el recuerdo durante mucho tiempo.

Después de este y con los pies y las piernas destrozados por el caminar encima de las rocas, decidí que ya estaba bien por hoy, pero al llegar al coche, observe que había varios pescadores pescando black bass con cucharillas, y viendo que es zona es menos escarpada, cogí mi caña de spining, que la tenia prácticamente olvidada, y con unas rapalas me dedique a pescar blasses. Es tal la cantidad de black bass que tiene este embalse que a cada lance, era un pez, e incluso en ocasiones dos, uno por potera. La lastima que esta vez si eran mucho mas pequeños, aunque de vez en cuando salia uno de un tamaño suficiente para tener una pelea digna.

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