viernes, 14 de septiembre de 2012

Nueva Jornada de pesca "rompe brazos" en Arcos de la Frontera

Nuevo día libre con levante, nueva jornada de pesca en el Embalse de Arcos. Como ya he dicho en entradas anteriores, este es el embalse  que uso para quitarme el mono de la pesca. Muchos peces, de buen tamaño, y sencillos de engañar, que no de coger. Os recomiendo este embalse, con este tipo de pesca a mosca desde pato, para los que no vamos a pescar en muchas ocasiones, os garantizo un par de días de dolor de brazos.
Como siempre me dirigí a la zona del Restaurante Mesón de la Molinera, por cierto os lo   recomiendo, muy buenas tapas. Justo en la zona del embarcadero, debajo de la terraza del Mesón, tenemos la posibilidad de coger carpas muy grandes y muy buenos barbos, tengo que recordaros que en este lugar es donde tengo mi récord de un barbo a mosca, con un ejemplar que rondaría los 5 kilos.
En esta ocasión no solo estaba acompañado de los comensales del restaurante, mirando al "tipo sentado pescando", sino de una bandada de patos domésticos y ocas, que me hacía casi imposible el pescar, ya que es primordial para hacer subir a los  peces el cebado con pan, y no había un trozo al que no se tiraran como locas en rebajas a por el, por lo que había que tener mucho cuidado a al hora de tirar la imitación para que  un pato o una oca la engullera, pensando que era un trozo de pan descarriado.
 La tarde empezó bien, entro  un buen barbo gitano, que en las dos primeras carreras me llegó a sacar un poco del hilo de reserva, y que después de unos cinco minutos de lucha, se dio por vencido. Algo que me sorprendo era la cantidad de pupas que tenía motivo seguramente de algún parásito externo.
Observar la cantidad de pupas que tiene seguramente
motivado por algún parásito externo
Seguidamente y después de pelearme en mas de una ocasión con los patos y ocas, al que les cogí el truco, lanzando el pan por detrás de mi y mientras todos corrían por devorarlos, lanzaba unos cuantos trozos en la zona de pesca, con los que podía atraer a los peces y así engañarlos con mi imitación a pan.
Bonita carpa común con un colorido perfecto.
Despues de este barbo, se fueron produciendo mas picadas de carpas, tanto de carpas comunes, como Royales. En una de las ocasiones se asomo al puesto de pesca una carpa que le rondaría los 6  o 7  kilos por el tamaño de la boca, pero me resulto imposible el tratar de engañarla ya que los patos no me permitían lanzar.

devolución de la carpa. 
Esta jornada me ha servido para probar el monopod, para hacer las fotos, sinceramente es muy muy complicado hacer una buena foto con el, y con los peces en las manos, tengo que buscarle una solución de donde ponerlo para poder tener las manos libres.

probando como coger el pez y el monopod, algo sumamente complicado

Las carpas no era del tamaño deseado para este lugar, pero si se encontraban con mucha fuerza, 
en esta ocasión estaba probando una caña nueva, que había comprado hace años y que aun no la había usado en acción de pesca.
Devolución del pez a su medio
 Despues de unas cuantas carpas , y viendo que los patos y ocas no habían maneras de quitarlos del lugar, decidí por dedicarme a pescar  black bass en la zona derecha, donde unos cañizos y una orilla escarpada seguramente me harían pasar un rato divertido.


Patos doméstico en la zona de pesca hartos de pan.
Como no  llevaba moscas adecuadas para pescar Black bass, me puse a rebuscar en el chaleco y en una de las cajas  llevaba un par de popper de madera de balsa, y  otro par de streamer con cabeza de madera.

Primer black bass y uno de los mas grande del día. 
 La situación para los amantes de la pesca de este pez a mosca, no puede ser mejor, orillas impracticables cubiertas de profusa vegetación, con ramas sumergidas y cañizo, vamos lo mejor para que en cualquiera de los lances salga de esa vegetación un black bass de antología. 
Momento de la suelta del black bass.
 Pero no, por suerte o por desgracia, no salían muchos, sobre todo al popper, solamente uno fue el que se decidió por tragarse eso que se había metido en su territorio. Como se suele usar el popper, lanzando y dejándolo unos segundos en cada movimiento, para hacer ese particular ruido en el agua, pues así estaba yo, la verdad que relajado y con una temperatura buenísima, como dijo uno que estaba observándome pescar las carpas en el mesón de la molinera, solo me faltaba el whisky con hielo.
 
Sinceramente esta pesca es muy muy cómoda, ajajajaaja
 Visto que al popper no le hacían mucho caso, pues cogí el  streamer, y la en la primera tirada salio un pequeño black bass, con un colorido precioso, teniendo muy marcadas las marcas oscuras del cuerpo. Seguidamente al devolverlo al agua, tire por la misma zona y salió otro mas  de un tamaño algo mayor que este, pero seguramente del mismo año. Como se puede observar en la fotografía, hambre no pasan esos blasses, por lo lleno de los estómagos.
Black bass de pequeño tamaño.
Despues de unos cuantos blasses de pequeño tamaño, de repente uno  se tomo el anzuelo como si su vida dependiera de ese bicho colorido y brillante que se había metido en su territorio de caza. Por el ruido y por la violencia del ataque pensaba que podía ser un pez importante, aunque cuando pego el primer salto me di cuenta que no, que era casi del mismo tamaño que el que cogí  con el popper.
Black bass, si este se lanza así por un señuelo,
cuando tenga un kilo sera una pasada de pez para enganchar.
Tras su devolución continué navegando con el pato por la orilla sacando algún black bass mas de pequeño tamaño, eso si con unos ataques muy feroces. La imitación con la que estaba pescando, la pondré pronto en los montajes, visto la efectividad de la misma.

Momento de la devolución del black bass
La imitación es sencilla de hacer y por lo que he comprobado muy efectiva, nada por debajo de la superficie del agua, gracias a su cabeza de madera, con un movimiento muy insuniante de las fibras de flashabou.
Pequeño Black bass  clavado en la imitación de alburno.
Antes de ponerse al sol, y viendo que los patos ya no se encontraban en la zona del embarcadero, intente pescar otras carpas, 
Carpa royal, con un colorido en las aletas y cola muy vivos.
Ya con la puesta del sol, fueron tres las ultimas picadas, que aunque haciéndose de noche ya, quien deja de pescar cuando hay oportunidad de coger peces ten hermosos y con tanta fuerza como son estos barbos y carpas de este pantano.
Otra preciosa carpa común

Despues de casi 3 horas en el pato, y de unos cuantos peces que me dejaron el brazo y los hombros molidos, ya sin  luz directa del sol, di por terminada la jornada de pesca, donde como siempre, la diversión esta asegurada.

Una de las imágenes que se guardan en la memoria.

Pez con el que di por terminada la jornada de pesca
Hasta la espera de un próximo capitulo pesquero, os deseo muy buena pesca s/m

Agustín




2 comentarios:

Oscar dijo...

Buenas fotos agu, . Pero me quedo con el flotador ese que tienes...

Jorge dijo...

Se ve que disfrutaste de una jornada con muchos peces y una gran biodiversidad, jeje. No me extraña que después tuvieras el brazo machacado. ¡Enhorabuena! Un saludo