jueves, 23 de julio de 2009

Trevelez 2009

El jueves 16 y viernes 17 de julio de este año, con unos amigos de la asociación Acpes, nos fuimos a pasar otra de las inmejorables jornadas que nos da un rio como el Trevélez en la alpujarra granadina, río que si se tratara con el cariño que se merece, seria sin lugar a dudas uno de los mejores ríos de España, por cantidad y calidad de truchas de hermosa librea, y por su "facilidad" por momentos en cuanto a la pesca, teniendo como mayor dificultad las malas posturas que hay que tomar para posar las moscas en los sitios adecuados.y lo difícil de sacar una trucha entre tanta maleza, por suerte por un bosque de galería que es digno de tan agraciado rió.
Vamos con la crónica de la jornada.

Por la cantidad de kilómetros que hay que hacer desde Cádiz a Trevélez, el madrugar, era obvio, a si que sobre las cuatro y media de la madrugada inicie la ruta. Después de recoger a mi amigo Manolín en Villamartín, pueblo de la serranía gaditana, nos dirigimos a Riofrio en Granada, donde habíamos quedado con otros dos compañeros y amigos de ACPES, Pepe y Paco.
Después de un pequeño desayuno, no queriendo llenar mucho el estomago, sabiendo de las viandas que nos esperaban en Trevélez, fuimos a recoger los permisos del coto en Granada, cosa que hacia que me pusiera nervioso por momentos, sabiendo que pronto tendría las moscas a remojo.
Después de un largo trayecto de curvas de montaña, cosa que seguro hace que muchos no se atrevan a hacer esta ruta, y cosa que seguro la conserva con la calidad que posee la zona, llegamos a Trevélez.
La sensación y ganas por tener la línea mojada, eran como la de un niño que espera el día de reyes magos, así que rápidamente guardamos las maletas en el hotel y nos pertrechamos para meternos en el rio.
Nos repartimos por parejas en el coto, trasladándonos en primer lugar a la parte donde se encuentra la depuradora, la cual estaba soltando aguas sucias directamente al rio, lo que hacia que este tuviera las aguas turbias y con algo de olor, y no con la claridad y calidad que había justo por encima del caño.

caño de aguas fecales que vierten despues de la "depuradora" directamente al coto


Tras hacer una rápida observación del rio, el cual bajaba con una cantidad de agua poco usual para la fecha, gracias a las copiosas nevadas caídas este invierno, coloque un tricoptero realizado en su mayor parte en foam, para que flotara mucho mejor en estas aguas tan rápidas.

En uno de los rapidos

La primera picada no se hizo esperar, siendo una trucha de buen porte, muy robusta y con mucha fuerza, que se encontraba a unos metros del caño de aguas sucias.

Primera trucha de la aventura

Se fueron repartiendo las picadas entre Manolín y yo, teniendo subidas a las moscas, prácticamente en cada posada, no transformándose en capturas, por la rapidez que estas truchas tienen a la hora de comer soltar la mosca.


Otra hermosa trucha del mismo tramo, la cosa iba bien en cuanto a tamaño


momentos despues de su suelta de nuevo al rio



precioso paraje a los pies del pueblo


Nos fuimos desplazando rio arriba, mientras las capturas se iban haciendo cada vez mas frecuentes, al coger el tacto a la rapidez de las truchas comunes del coto de Trevélez.



detalle de otra pequeña del Trevélez


la claridad de las aguas por encima del caño se prestaban a la fotografía acuática


Como mala anécdota, contar que Manolín sufrió un pequeño accidente que gracias a Dios, no fe a mayores, tan solo un golpe en la rodilla y la perdida de la gorra, que fue arrastrada por la corriente, siendo imposible recuperarla, todo esto por la culpa de una alambrada de espinos ilegal que cruzaba el rio y que al tratar de pasarla se engancho en la espalda y que casi echa al traste una jornada como esta. ¿Se podria denunciar por los daños producidos a consecuencia de la alambrada?, no lo se, pero se deberia.


una de las multiples alambradas que cruzan el rio

A las cuatro menos cuarto, llegamos al bar, al Bar-Hostal Mulacen, donde nos estaban esperando Paco Carmona y Pepe Vargas, y Rafael Muñoz(maestro en estas lindes pesqueras y gran conocedor del rio) que se había agregado al grupo.
Tras una comida excelente, para mi gazpacho y plato alpujarreño, gracias al buen hacer de los gerentes del bar Mulacen, una familia encantadora y acogedora, con la que pasamos unos buenos ratos de charla y a las que tuve el honor de regalar unas cuantas moscas, nos repartimos de nuevo por el coto.
En esta ocasión nos dirigimos a la parte conocida como puente de los tubos, donde me traía el recuerdo de mi primera vez en el Trevélez en compañía de Alex Ramos. Las capturas como en la mañana, fueron saliendo por todo el rio, siendo esta parte mas complicada por las difíciles posturas que tiene.

Tuve tiempo de observar este maravilloso lugar, donde el sonido del agua y esa naturaleza exuberante, hacia que uno se olvidara de los problemas por un momento y ensanchara el alma.

Sobre las 10 de la noche, antes de cenar, y observando como las truchas se cebaban en la poza, dimos los ultimos lances del dia, los niños de Antonio, gerente del bar, nos observaban con deleite, siendo ellos los encargados de soltar las truchas que se sacaban.
Una vez en el bar, donde una cena a base del producto típico de la zona, el buen jamón y otros exquisitos manjares, dieron por concluida la jornada del día.
Tras una buena conversación en entre risas y anécdotas, el cuerpo estaba deseoso de descansar y no hay mejor lugar que este hostal mulacen, donde poder dormir con el ruido del agua al correr.
La mañana siguiente con el frescor de las montañas, nos fuimos a la poza justo debajo del bar, el frio se notaba y hacia que se olvidara por momentos del cálido verano. Después de un sereno al que a Paco se le dio estupendamente.
Buen ejemplar sacado por Paco mientras amanecia
Yo me fui un poco rio abajo para intentar sacar algunas truchas antes de desayunar, cosa que resulto mas difícil de lo que pensaba, ya que las truchas no estaban por la labor como el día anterior, pero algunas salieron.


Sobre las 9 de la mañana después de un desayuno a base de tostadas y jamón de la zona, nos repartimos por el rio, en esta ocasión fuimos rio arriba desde el puente.
La primera captura fue una hermosa trucha la cual tenia una fuerza bárbara, a la que me costo sacarla, tras enrollarse en su intento de escapada en una rama lo que hizo peligrar la captura, que por suerte pude recuperar y pescarla.
por su fuerza y belleza de este ejemplar fue de los mejores de la jornada

Por la falta de costumbre, por desgracia, de andar por el rio, y al hacerlo con unas botas que no me sujetaban bien en las piedras, estando en varias ocasiones a punto de resbalar y caer al agua, decidí dedicarme a observar al rio, y tener un pequeño descanso espiritual sentado justo en el lecho del rio.

Una vez descansado, y siendo las 2 de la tarde ya, me fui hacia nuestra base, el bar mulacen, esperando tener otra gran experiencia gastronómica, siendo así, a base de un plato de carne con patatas, que me pareció gloria bendita, el cual estaba echo como un autentico plato casero.
Esto fue el culmen de dos días en las que las experiencias se quedaran marcadas para siempre, y de la que espero realizar en otra ocasión con la buena compañía de mis queridos amigos y compañeros de Acpes.
Un abrazo a todos y gracias por esta experiencia

2 comentarios:

Javi dijo...

Vaya relato intenso!.Seguro como la jornada que vivisteis en esas aguas.
Uno de mis ríos favoritos sin duda,por todo lo que dices,aguas,peces,gentes y como no!!! jamones...
Un saludo ,Agustín,y felicidades por la pesca!

Anónimo dijo...

Muy bonita la entrada,las truchas son preciosas,y el entorno que decir,dias como esos te hacen olvidar cualquier posible problema.
Felicidades por la pesca.